Canto hondo


Casas Riegner se complace en anunciar la apertura de Canto hondo, el próximo martes 25 de octubre, una exposición colectiva curada por Paula Bossa, que reúne obras de Ethel Gilmour, María Teresa Hincapié, María Leguízamo, Luz Lizarazo, Liliana Porter, Liliana Sánchez y César González. 

Canto hondo centra la mirada en el mundo interior femenino, específicamente en la naturaleza instintiva o la Mujer Salvaje[1], aquella fuerza sabia, intuitiva, creativa y visceral que reside en las profundidades del alma de cada mujer, pero que con frecuencia es ensombrecida debido al “exceso de domesticación” o a la “exclusión de la propia cultura circundante”. Asimismo, introduce una voz masculina que integra y abraza esta esencia femenina salvaje, logrando renovar y redefinir aquello que entendemos por masculinidad.

El canto, en palabras de la escritora y psicoanalista Clarissa Pinkola Estés “es una modalidad especial de lenguaje que permite alcanzar cosas que la voz hablada no podría”; es también el lenguaje del alma, la expresión de la verdad, del poder personal y de la propia necesidad.[2]  Canto hondo, como receptáculo de  cantos femeninos, reconoce y exalta las voces profundas y enigmáticas de las artistas María Teresa Hincapié, Ethel Gilmour, Liliana Porter, Luz Lizarazo, Liliana Sánchez y María Leguizamo quienes a través de sus obras sensibles y evocadoras, revelan con entereza su esencia natural. De manera simultánea, la voz artística de Cesar González materializada en dibujos íntimos, en su mayoría repletos de símbolos alusivos a la mitología y las grandes mujeres de la historia, es integrada para sostener y responder a esta esencia femenina, logrando revelar aspectos de una masculinidad que trasciende los esquemas patriarcales arraigados y caducos que desde tiempo atrás han sido usados para comprender el rol de los hombres en nuestra sociedad.  

Hablar de la voz honda es hablar sobre nuestro mundo interior, ese universo intangible, complejo, en el que habitan la luz y la sombra; ese que escapa las palabras para ser descrito pero que sabemos abarca lo más profundo e íntimo de cada ser humano. Rara vez lo dejamos ver por temor a ser juzgados o porque el ego o el intelectualismo excesivo lo vetan y enmascaran. Para conectarnos con ese universo, sin embargo, debemos anhelarlo y luego estar dispuestos a bucear en los lugares más profundos; llegamos allí por medio de actividades que exijan una alteración de la conciencia como la meditación, la escritura, el canto, la danza y la creación artística, entre otras.

Canto hondo es una invitación a abrirle la puerta a esa fuerza divina femenina que para las mujeres es esencial, pues explica Pinkola Estés “es la reguladora, el corazón espiritual idéntico al corazón humano que regula el cuerpo físico.” Para los hombres, es una fuerza que les otorga mayor conciencia, enraizamiento y compasión. En palabras del artista Cesar González: “el masculino que visita la energía femenina no es para volverse más femenino, es para integrarse mejor como masculino. Tiene que ver con conocer más a fondo esas fuerzas arcaicas, propias de lo salvaje, pero traerlas con más luz a la experiencia de lo masculino para poder acompañar un femenino conectado con su esencia instintiva.”

Liberemos entonces, esa voz honda como ha sido liberada por González, quien desde lo técnico y emocional refleja en su trabajo aspectos de las obras de las seis mujeres artistas no solo para reiterar su admiración por ellas, sino para resignificar su propia voz masculina; ellas en el entretanto, visibilizan su alma desde el uso de “medios tangibles para suavizar antiguas cicatrices, sanar viejas heridas y enfocar de otro modo las cosas.”[3]

 

                                                                                                                                            Paula Bossa

                                                                                                                                      Curadora

 


[1] El libro “Mujeres que corren con los lobos” de la escritora, psiquiatra jungiana, poeta y cantadora Clarissa Pinkola Estés se vale de relatos provenientes de diversas culturas para examinar y comprender el arquetipo de la Mujer Salvaje. Dicho ha sido el punto de partida e inspiración para la construcción de esta exposición. 

[2] Clarissa Pinkola Estés, Mujeres que corren con los lobos (Barcelona: Ediciones B.S.A,2005), 43.

[3] Pinkola Estés, 28.