"El ser del dibujo" PAI (procesos autónomos de investigación y creación Cauca)


 

 

 

“…me he dado a la tarea de pensar el ser del dibujo como

fuerza, como energía, como espíritu, como un ser simbólico

que nos acompaña y que deberíamos hacer lo posible por

hacer existir para nosotrxs, para otrxs...”

 

Alex Rodríguez

 

 

 

 

El departamento del Cauca ha sido históricamente un escenario atravesado por tensiones de enorme complejidad. Su diversidad étnica, la persistencia de las violencias armadas, la presencia de economías ilegales, las disputas territoriales, y su intensa tradición de movilizaciones sociales, han configurado un entramado de fuerzas en las que el arte ha operado de manera singular. En este contexto, el arte en el Cauca es una herramienta con agencia: posibilita intercambios cargados de energía y espiritualidad. Con frecuencia se despoja de su dimensión de individualidad para convertirse en un acto colectivo, en un proceso poroso y permeable que acoge encuentros, experiencias

y realidades diversas.

 

El Ser del dibujo, la tercera muestra individual de Alex Rodríguez en Casas Riegner, recoge ocho años de aguda observación de su entorno y absoluta entrega a las complejas dinámicas socio-culturales de los territorios del Cauca, en las que el dibujo y la obra gráfica se han convertido en ejes articuladores de experiencias territoriales, pedagógicas y espirituales. Impulsado por la profunda convicción del poder transformador del dibujo —y moldeado por las enseñanzas técnicas y humanas impartidas por el maestro Ever Astudillo— Rodríguez le adj dica una dimensión viva al abordarlo como un Ser con corporeidad, tiempo y memoria. De esta forma, la muestra es también el resultado de las vivencias del artista como integrante de PAI (Procesos Autónomos de Investigación-Creación)1, un gran “tejido de creación y aprendizaje” que busca resignificar y sanar, desde el acto de caminar las montañas del Cauca colectivamente, compartiendo la palabra y el fogón.

 

En los hogares rurales indígenas, afro y campesinos del Cauca es común encontrar un fogón encendido; la cocina es ese espacio de unión e intercambio en donde el humo, cargado de afectos y memorias, dibuja e impregna las paredes. Así, la presencia simbólica de los ancestros abraza a quienes intercambian la palabra o un plato de alimento.

 

El gesto de ahumar adquiere una nueva dimensión en manos del grupo PAI como ritual colectivo de apertura, encienden un fuego con leña especialmente traída del Cauca. Luego de una armonización del espacio, conducen el humo hacia el techo de la galería, dibujando con hollín una gran constelación de estrellas que envuelve al espectador en una atmósfera cargada de simbolismo, evocando la complejidad y el misterio que habita el Cauca rural. A su vez, la constelación se espeja en las múltiples tapas de olla que pueblan las cocinas del departamento, configurando otro cielo, terrestre y cotidiano, que remite al alimento, al fogón y a las familias que se nutren de él.

 

En medio de este entramado de afectos y contención se sitúa la producción artística de Rodríguez. En ella no solo se evidencia su virtuosismo como dibujante, sino también una mirada aguda y empática, que revela una preocupación profunda por aquellos seres sensibles e intrépidos que, a través de las vías de hecho o las manifestaciones políticas, reclaman sus derechos. Sus dibujos —protagonizados en su mayoría por mujeres, niñas y niños— condensan procesos educativos, sincretismos y fantasías—un recurso que el artista emplea para expandir y potenciar las posibilidades formales y discursivas de sus composiciones. Al mismo tiempo, estas imágenes ponen de manifiesto la fuerza del cuidado y la resistencia femenina que atraviesa muchos de los procesos sociales que tienen lugar en el Cauca. Rodríguez afirma que en el Cauca habitan silencios aturdidores. Estos mutismos cargados de tensión emergen, en parte, de la relación profunda que sus habitantes entablan con la naturaleza: un vínculo silencioso, pero cargado de significado, que revela la importancia del acto de escuchar.

 

El Ser del dibujo se presenta entonces como una invitación a detener la mirada frente a un cuerpo de trabajo atravesado por una sensibilidad social profunda, que rinde homenaje al Cauca desde un entramado de memorias, resistencias y sensibilidades. A través del trazo, del hollín, del grafito, la acuarela y la arcilla, Rodríguez, junto a PAI, nos ofrece una experiencia artística comprometida con un territorio, unas voces, unos saberes y una ancestralidad viva.

 

Paula Bossa

 

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1 PAI surge a inicios del 2023. Lo conforman estudiantes de artes plásticas de la Universidad

del Cauca, egresados, docentes, sabedores y sabedoras de las diversas comunidades del departamento.

 

 

 

Integrantes PAI

 

Angy Paola Gómez Sua - Camilo Ernesto López Saavedra - Diego Mendoza Imbachí -

Doreiby Perafan Imbachí - Elian Alexander Bastidas Moncayo - Elsa Melipsa Ordóñez

Mellizo - Juan Camilo Pajajoy Pajajoy - Juan Manuel Valencia - Lesly Yareth Orozco

Zuñiga - María Ernestina Tombé - Nestor Javier Muelas Calambás - Sebastián David

Guerrero Patiño - Sergio Gamboa - Sharon Daihan Sánchez - Pinilla - Valentina

Quintín López - Victoria Rodríguez Gómez - William Araujo Muñoz